El ariete Omar Bravo, con un remate en el minuto 20, y el centrocampista Pavel Pardo, al transformar un penalti en el minuto 52, anotaron los goles de México, que aprovechó la oportunidad de actuar en su fortaleza del estadio Azteca, en la altitud de 2.240 metros de la capital del país. Con ese resultado, los mexicanos y los costarricenses acumularon tres puntos en dos partidos cada uno.
El triunfo, el primero de México en el hexagonal de la eliminatoria mundialista, dejó un buen sabor de boca por la forma en que se consiguió, con un dominio claro sobre Costa Rica, que perdió un invicto de once partidos, el mayor de una selección en América. Las jugadas que precedieron los goles, paredes de Matías Vuoso con Bravo, en el primero, y con Pardo, que fue derribado, fueron una muestra de que México mejoró aunque faltará el partido del próximo miércoles ante Honduras, como visitante, para confirmar si el equipo dirigido por Eriksson superó su crisis de los últimos meses.
La importancia de la victoria se vio desde el arranque porque México tuvo un gran despegue y se fue sobre el rival para honrar el respaldo de sus aficionados en un colmado estadio Azteca, que tuvo presencia roja en sus gradas, encabezada por el presidente de esta nación, Óscar Arias. La presión mexicana comenzaba en la media cancha con la pareja de creativos que formaron Andrés Guardado, por la izquierda, y Fernando Arce, por la derecha, encargados de enviar balones a Vuoso y Bravo. México atacaba por oleadas, a su propio ritmo, y de manera consistente mantuvo bajo asedio a la meta de Costa Rica, que se defendió con todos sus elementos y que tuvo pocas llegadas en la primera parte.
La jugada del primer gol mexicano comenzó en tres cuartos de cancha, cuando Bravo bajó a recuperar un balón y la tocó con Vuoso, quien en una triangulación se lo devolvió y el ariete remató a la red. El tanto ratificó el dominio y el momento mexicano, pero también cerró el partido porque los costarricenses pusieron más atención para minimizar el daño y los mexicanos redujeron la intensidad de sus ataques.
En el complemento, México pareció dejar más espacios a Costa Rica, cuyo entrenador Rodrigo Kenton, envió a Álvaro Saborío y a Pablo Brenes para intentar aprovecharlos mejor, pero una falta de Myrie sobre Pardo dio origen al penalti que le complicó la situación al conjunto visitante. Pardo entró en el área para recoger un pase de Vuoso, pero Myrie lo empujó por la espalda y el árbitro, el estadounidense Terry Vaughn, lo marcó como penalti y el centrocampista lo transformó al cobrar a la derecha y arriba del portero Ricardo González.
México, que ya tiene una victoria y una derrota en el hexagonal final de la Concacaf, visitará el próximo miércoles a Honduras, en tanto que Costa Rica se medirá con El Salvador. Las selecciones de Estados Unidos y Trinidad y Tobago completan el hexagonal final de las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010 en la zona Concacaf.